Espero que algún día vuelva a tener el valor suficiente para mirarte a los ojos.
Quien me iba a decir a mi, que tu, la pieza más importante de mi vida, ese "alguien" que siempre había estado allí ahora se iba a volver algo inalcanzable e intocable.
Llegados a este punto, te hago una confesión. Te confieso ese secreto a gritos que guardé dentro de mi durante tantos años; Te quiero. Más que a nadie, más que a todo. Nunca he querido a nadie así, ¡y es que te mentí! Nunca te vi como a un amigo, nunca quisé ayudarte a que estuvieras con otras, nunca te odié porque no te he dejado de querer ni un solo minuto. Mi corazón no me ha dado ni un puto segundo de tregua. Y ahora.. ahora necesito un descanso de este infierno.
Has sido la razón de mi perdición ya demasiadas veces, has sido la gota que ha colmado mi vaso. Y no puedo más.
Me he arrastrado ya tanto ante ti, he besado tantas veces tus pies y me has pisado tantas otras veces.. ¿No ves que ya no queda nada en mi que romper? Que me mantiene viva la simple idea de que algún día pueda tenerte como te tuve. Que fui estupida, malgasté mi oportunidad. Lo sé, pero ¿y qué? Quería recuperarte, lo intenté. Hice todo lo que estuvo en mi mano, lo sigo haciendo hoy. Escribir esto forma parte de mi desesperación.
Que necesito recuperarte, pero no se si vale la pena seguir luchando por algo imposible. Estoy tan consumida por mi adicción a ti que no se si es mejor apagarme ya del todo.. Que de como estoy a la muerte, solo me va un paso, y ahora mismo me importaría tirarme por cualquier ventana o hartarme de pastillas con tal de que sintieras algo por mi. No pediría nada, solo un mínimo de pena y un recuerdo de mi voz taladrando tu cabeza.
Ni muerta me voy a librar de ti.
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